Mejora la relación médico-paciente aprendiendo a escuchar sus necesidades
Los objetivos de mejorar la experiencia del paciente y fortalecer los resultados de la práctica no tienen por qué oponerse por completo. Los servicios que brindan un gran valor a los pacientes, como las visitas al consultorio y la administración de la atención crónica, también tienden a ser las ofertas que más pagan para los reembolsos del pagador.
Al garantizar que los pacientes reciban atención continua para promover un estilo de vida saludable, al mismo tiempo que se aumenta la eficiencia de la oficina y se facturan correctamente estos servicios, los proveedores pueden mejorar la rentabilidad de sus consultorios al mismo tiempo.
Mejora la relación médico-paciente aprendiendo a escuchar sus necesidades
1. Honra los primeros “momentos dorados”
Los primeros minutos de un encuentro clínico son preciosos. Hay muchas tareas que deben completarse durante la visita (preguntas que hacer, problemas que analizar y resolver) y es posible que te sientas presionado a sumergirte directamente en ellas.
Pero si te lanzas a estas tareas sin escuchar primero, es posible que pierdas información clave. Aparta gráficos, computadoras, teléfonos y alarmas que puedan ser distracciones para que puedas prestar toda tu atención al paciente y encontrar los momentos dorados que revelan las verdaderas preocupaciones o síntomas del paciente.
Utiliza señales sutiles del lenguaje corporal para transmitir que estás escuchando con atención. Puedes empezar sentado de modo que esté cerca y de cara al paciente. Inclínate hacia ellos y haz contacto visual. Es importante asegurarse de que tus brazos no estén cruzados; esto puede indicarle al paciente que estás cerrado y que no está escuchando realmente.
2. Escucha los sentimientos subyacentes
A veces, los sentimientos de un paciente están en la superficie, pero otras veces están ocultos. Un paciente puede mencionar brevemente una situación emocional y esperar la señal del médico de que está bien continuar. Pon atención a los sentimientos ocultos en el lenguaje corporal, las expresiones faciales u otras señales no verbales y permite que el paciente explique.
3. Escucha las necesidades o valores subyacentes
Escuchar con empatía profunda significa estar en sintonía con el valor o la necesidad subyacente que la emoción que expresa el paciente apunta, por ejemplo, seguridad o protección, honestidad o integridad, autonomía o control, significado o propósito, entre muchos otros.
4. Permanece presente
Siéntete cómodo con el silencio. El lenguaje corporal no verbal, como una postura abierta y cómoda, el contacto visual. Así como sentir con la cabeza o murmurar respuestas simples, puede mostrar que está escuchando sin intervenir. Dale al paciente la oportunidad de expresar sus sentimientos hasta el final. Sus sentimientos y valores saldrán a la luz si se les da suficiente tiempo para expresarse en un ambiente acogedor.
Concéntrate en los momentos en los que el paciente parece mostrar más energía: habla más rápido, un cambio en las expresiones faciales o gestos más pronunciados. Estos signos pueden proporcionar pistas sobre lo que más valora.
5. Busca señales de que el paciente ha terminado
Estas señales pueden ser una disminución de la intensidad emocional, un suspiro profundo o un cambio en el enfoque de la conversación. En este punto, es natural pasar a otra etapa del proceso de comunicación, ya sea expresándose, intentando resolver un problema juntos o atendiendo la atención médica necesaria.
Fuente: https://bit.ly/38dw0uf
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