La nueva normalidad en consultas médicas

Parece un triunfo pensar que la era post-covid llegará muy pronto, la realidad es que en muchos ámbitos la pandemia irá quedando atrás más pronto de lo esperado. La pandemia por covid-19 nos dejó mucho aprendizaje y la práctica médica no es la excepción, si bien las consultas a distancia ya eran cada vez más comunes en la psicología, psiquiatría y nutrición, tras la pandemia fue una práctica que rebasó barreras inimaginables. Pero no sólo se trata de un asunto momentáneo, hay cosas que llegaron para quedarse. ¿Cuál es la diferencia ahora? La pandemia orilló a muchas instituciones de salud y profesionales a invertir en tecnología, infraestructura e incluso en educación para llevar a cabo su labor en momentos donde el distanciamiento social estaba indicado. Todo lo adquirido no tiene por qué irse a la basura, sino por el contrario, son herramientas que aficionarán aún más las labores posteriores a la pandemia. ¿Qué es una buena práctica digital? El uso de tecnologías de telemedicina es una forma de garantizar la prestación del servicio médico oportunamente y en condiciones de calidad apropiadas. En las actuales circunstancias, los profesionales se vieron obligados a hacer la reconversión a la salud digital en tiempo récord. Varios factores influyen en la facilidad de adaptación a la práctica digital en todas las áreas que van desde lo administrativo hasta la consulta, prescripción y seguimiento, pero que en mayor o menor medida se logra mediante el autoaprendizaje. En el caso de América Latina, tras un año de que llegara la emergencia sanitaria, los conocimientos son bastos en cuanto a atención médica a distancia. ¿Cuáles son las reglas básicas de esta nueva forma de consulta? Los profesionales de la salud, en hospital o consultorio, deben compartir con sus pacientes un medio de contacto e indicar horarios disponibles. Cuando la consulta es por video-llamada debe realizarse en un ambiente luminoso, silencioso y privado. Se debe hablar pausado y la cámara debe enfocar la cara del profesional, de modo que las expresiones y los gestos sean visibles; se recomienda el uso de auriculares. Y sobre todo la agenda debe ser respetada.